Cap. LIX


Me siento en el balcón acompañado por la tortuga Manuelita, que reapareció vaya uno a saber de qué larguísima siesta; acomodo la laptop sobre mis muslos, y nos miramos; quizás sea una de las últimas miradas entre Manuelita y yo; Manuelita es de Ariela, y se recuesta sobre el empeine de mi pie izquierdo, como nunca antes, como si supiera que el pelotudo que juega con las palabras para nombrar los desastres del país y aledaños se fuera para siempre de su vida; nos miramos largamente, en medio de las primeras luces de la mañana, el animal llamado Manuelita y el pelotudo que le da lechugas, pepinos y zanahorias.
Hace calor, demasiado para esta hora.









Nota: la imagen que ilustra esta presentación, fue extractada de la siguiente página:
http://www.jatunsacha.org/espanol/machalilla.htm