Cap. LVIII

Le aseguré a Baumgarten que los comeríamos juntos. Los ñoquis del 29, claro. O sea, esta noche compartimos los ñoquis del 29 con Baumgarten, en su mansión.
Como primera cena de la nueva vida, no está para nada mal.
Por lo tanto, me levanto una vez más con el primer sol, el de las cinco y pico de la mañana, y mientras dejo el café calentándose, voy al baño: hacer pis, lavarse las manos, la cara, cepillarse la dentadura; peinarse, hacer morisquetas 3D con la ayuda de los espejos laterales del botiquín.
La nueva vida ha comenzado.










Nota: la imagen que ilustra esta presentación, fue extractada de la siguiente página:
SUPERSEIS - Lo Bueno por Mucho Menos -